Con el fin de poder cambiar el color de los ojos, la queratopematización dura como máximo media hora y se realiza bajo anestesia local.
El cirujano comienza creando un túnel en la córnea con un láser femto de segundo. Posteriormente se inyecta un pigmento de color para permitir la modificación del color del iris.
Esto puede ser similar a un tatuaje de la córnea de una manera simple. Es una intervención menos invasiva en comparación con otras intervenciones quirúrgicas oculares.
El resultado es muy a menudo inmediato y definitivo, el color de los ojos puede difuminarse con el paso de los años, pero no desaparecer.